Consciente de la incompatibilidad de su nueva mirada con el sistema médico del cual era parte, decide dejar el norte neuquino y la medicina rural para radicarse en Colombia.
Durante dos años vivió en Popayán, Colombia. Aquella Tierra, con la que se fundió en inseparable abrazo, fue unas puertas abiertas en par mostrando cómo nuevas e insondables perspectivas se abrían en el campo de la salud de la mano de la Terapia Neural, la alimentación y otras concepciones médicas no convencionales.
Fue en Colombia, donde con las enseñanzas y generosidad del Dr. Julio César Payán de la Roche hizo una inmersión profunda en el conocimiento teórico, conceptual y práctico de la Terapia Neural.
Allí en Colombia ejerció la Terapia Neural en el centro de salud La Nueva Esperanza, primer centro médico en Latinoamérica reconocido por Salud Pública donde sólo se practicaba la Terapia Neural y consejo nutricional.
Logró que, por primera vez en Colombia, la Subsecretaría de Salud del Departamento del Cauca aprobara un proyecto de año rural, instancia obligatoria en la que los médicos recién graduados y los médicos extranjeros deben prestar servicio asistencial en poblaciones rurales, en el que se incluyera a la Terapia Neural.

Miembro del CIMA – Centro de Investigación e Información de Medicinas Alternativas- situado en Colombia y de la Asociación Internacional de Terapia Neural según Hüneke, con sede en Alemania.